El alfajor argentino volvió a brillar en el escenario internacional. El tradicional dulce nacional fue elegido como una de las mejores galletas del mundo por Taste Atlas, el prestigioso sitio especializado en gastronomía que elabora rankings a partir de miles de reseñas de usuarios de distintos países.
En su última publicación, la plataforma ubicó al alfajor en el tercer puesto del ranking global, resaltando su equilibrio de sabores, su textura inconfundible y su fuerte identidad cultural. El reconocimiento no solo confirma su popularidad dentro de la Argentina, sino que también consolida su prestigio a nivel internacional.
Según la descripción de Taste Atlas, el alfajor argentino está compuesto por dos galletas redondas y tiernas unidas por dulce de leche, aunque también existen variantes rellenas con mermeladas. La preparación suele completarse con un baño de chocolate o una cobertura de azúcar glas, dos versiones ya instaladas en el imaginario colectivo.
El sitio especializado también repasa el origen del nombre, que proviene del término árabe al-hasú, vinculado a la idea de “relleno”. Si bien esta preparación tiene raíces en Andalucía, España, fue en América Latina -y especialmente en la Argentina- donde evolucionó hasta convertirse en un verdadero ícono cultural.
Con el paso del tiempo, el alfajor adoptó múltiples formas y sabores: de chocolate, vainilla, frutas, mousse y combinaciones especiales, en distintos tamaños y estilos. Esa diversidad es parte de su identidad y explica su vigencia a lo largo de generaciones.
Este nuevo reconocimiento internacional refuerza una convicción ampliamente compartida: el alfajor forma parte del ADN gastronómico argentino y continúa conquistando paladares en todo el mundo.
Las cinco mejores galletas del mundo, según Taste Atlas
- Melomakarona (Grecia): Galletas tradicionales de la repostería navideña griega, elaboradas con aceite de oliva y especias como canela y clavo. Tras el horneado, se bañan en almíbar de miel y se cubren con nueces trituradas, logrando una textura húmeda y aromática.
- Makroud el louse (Argelia): Dulce típico a base de almendras molidas, azúcar y huevo. No lleva harina y se aromatiza con ralladura de limón y agua de azahar. Luego del horneado, se sumerge en almíbar y se espolvorea con azúcar impalpable.
- Alfajores (Argentina): El emblema de la pastelería nacional. Dos tapas suaves unidas por abundante dulce de leche, con un equilibrio perfecto entre cremosidad y masa, que explica su proyección global.
- Stroopwafel (Países Bajos): Dos finas capas de waffle crujiente rellenas con caramelo especiado. Tradicionalmente se colocan sobre una taza caliente para que el relleno se ablande y potencie su sabor.
- Shortbread (Escocia): Galletas de textura frágil y sabor intenso a manteca, símbolo de la repostería escocesa y clásicas acompañantes del té.